domingo, 29 de enero de 2017

Roger Federer se lleva el Open de Australia 2017 en una final histórica

Con 35 años, 4 meses y 21 días, Roger Federer venció a Rafael Nadal en una final agónica en 5 sets por 6-4 3-6 6-1 3-6 6-3. El suizo, que no había conseguido llevarse una major desde Wimbledon 2012, consiguió su 18º título de Grand Slam, 5º entorchado en Australia, distanciándose como el jugador con más títulos grandes de todos los tiempos.
Una de las rivalidades más bonitas y míticas, y que nos ha dejado unos de los mejores partidos de la historia, no nos defraudó. Dos de los mejores jugadores de todos los tiempos en la que fue, quizá, una de las finales más esperadas de la historia del tenis. El suizo y el español revivieron la mítica final de 2009, donde Nadal ganó su único AO y Federer terminó llorando, pero con resultado contrario. 
El 1º set tuvo un ritmo vertiginoso, fue muy intenso. Federer, muy fresco y rápido de piernas, se mostraba muy agresivo y cómodo dentro de la pista. El suizo atacaba a Rafa en la mínima oportunidad que se le presentaba, jugaba dentro de la pista y Nadal estaba muy lejos, 13 winners de Federer por 5 de Nadal. Tras unos 6 primeros juegos en que ambos jugadores salvaron su saque sin muchas dificultades, Federer consiguió romper el servicio de Nadal y colocarse con un favorable 4-3 y saque. El suizo, con 4 aces y grandes porcentajes de saque (93% de primeros y 67% de segundos servicios ganados), aprovechó su ventaja y se llevó el 1º set, en tan solo 34’, por 6-4. 
Sin embargo, en el 2º set el partido cambió. Nadal se soltó y comenzó a ser más agresivo. El español soportaba la presión que ejercía Federer al resto con grandes porcentajes (74% de primeros dentro, con 74% y 50% de puntos ganados con 1º y 2º), subió su índice de winners (7) y bajó el de errores no forzados (4). El suizo comenzó a fallar, fruto también del riesgo que corría realizando los diversos ataques. Pasó de 13 golpes ganadores a 8, y de 7 a 15 errores no forzados. El tenista español arrancó fuerte y quebró el saque del suizo en 2 ocasiones, colocándose con un amplio 4-0. Federer buscó reaccionar, maximizó el riesgo de sus tiros, aunque solo pudo convertir un break. Rafa con 2 juegos en blanco con su saque, se llevó la 2ª manga por 6-3 en 42’.
En el 3º set, volvieron a cambiar las tornas, y Federer dio un auténtico espectáculo. Al suizo le entraba absolutamente todo, y sacó de la pista a Nadal a base de winners, ni más ni menos que 18. Las oportunidades del manacorí pasaron por el 1º juego, donde no pudo aprovechar 3 pelotas de break. Federer en el 2º juego no perdonó y consiguió el break, colocándose 2-0. Solvente con su saque apuntándose 2 juegos en blanco, continuó con su master-class, quebró a Nadal de nuevo y se colocó con 5-1. Sin embargo, le costó a Federer cerrar el set, ya que Nadal tuvo 2 pelotas de break. Pero Federer estaba en racha y ganó el 3º por 6-1 en una exhibición mayúscula, en 41’.
Y la historia se volvería a repetir en el 4º set. Federer comenzó a fallar lo que antes metía y Nadal tiró de lucha y de garra ante la adversidad. Rompió el saque de Federer en el 4º juego, 3-1. Roger comenzaba a quejarse, algo desesperado ante el nivel de Rafa. Muy férreo con su saque, Nadal no ofreció ni una sola bola de rotura a Federer, que gracias a los saques directos evitó perder el set por un resultado más abultado. Sin muchas más contemplaciones, 6-3 de Nadal
Estaba ocurriendo exactamente lo mismo que hace 8 años, aunque con los papeles cambiados, ya que en aquella ocasión fue Nadal quién ganó el 1º y el 3º set, y Federer el 2º y el 4º. Se trataba de la 4ª vez que ambos llegaban al 5º set en GS. El partido adquiría proporciones épicas.
Federer, que probablemente acusase el tiempo de inactividad, requirió de un par de medical time-outs, en los que recibió masajes en el muslo. Sin embargo, esto no fue ni mucho menos un obstáculo que fuese a impedir continuar con la gran batalla que se estaba librando en la pista. El 5º set lo comenzó Federer al saque, y Rafa empezó fuerte, disfrutó de 2 pelotas de break y quebró el saque. Federer pudo hacer el contra-break, pero Nadal se creció para salvar las 3 bolas de rotura y colocarse con 2-0. Pero Federer no estaba dispuesto a rendirse, no quería perder la oportunidad una vez más de ganar otro major. El suizo recuperó su mejor nivel y comenzó a sumar winners uno detrás de otro, sólido con su saque. Nadal también lo daba todo, pero no pudo evitar que Federer le devolviese el break en el 6º juego. Ambos se estaban dejando la piel en la pista, siendo muy valientes. Al suizo ni mucho menos le tembló el pulso, ganó su saque y volvió a ganar otro juego al resto, 5-3 y servicio para llevarse el título. Tuvo la oportunidad de resurgir Nadal, con un 15-40, pero Federer no iba a dejar escapar el partido, y con la incertidumbre del ojo del halcón, puso punto y final al partido: 6-4 3-6 6-1 3-6 6-3 en 3 horas y 37 minutos de leyenda.

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